Enfrentarse a un divorcio con hijos y una vivienda con hipoteca de por medio es abrumador. Es un momento donde se entrelazan las emociones y las finanzas. Lo más relevante es reflexionar sobre lo que tiene importancia: el bienestar de tu familia.
Las preguntas que surgen son muchas. Pero encontrar respuestas claras ayuda a prevenir conflictos y garantiza la seguridad emocional de los hijos.
Por eso, es importante comprender todos los aspectos del divorcio con hipoteca e hijos, para manejar esta transición de la manera más armoniosa.
¿Quién se queda con la casa en caso de divorcio con hijos?
En España, el bienestar de los niños es lo primero. La justicia busca siempre lo mejor para los más pequeños.
Por eso, suelen permitir que continúen viviendo en el hogar familiar con el padre o madre que se encargue de ellos. Así, los niños siguen creciendo en un ambiente conocido por su felicidad y desarrollo.
Cuando los padres comparten la custodia, las cosas pueden ser más complicadas. Si hay acuerdo, genial; si no, el juzgado tomará una decisión buscando lo mejor para los hijos.
¿Qué pasa si tienes hipoteca y te separas?
Entender cómo manejar una hipoteca durante una separación es agobiante, pero es importante saber que tienes opciones. Puedes optar por vender la casa y dividir los beneficios; o uno de los cónyuges puede quedarse con la propiedad y refinanciar la deuda para liberar al otro de la obligación.
Este proceso requiere considerar con cuidado tanto los derechos de propiedad como las responsabilidades financieras frente al banco. Aquí te explicamos las alternativas más viables a tener en cuenta:
Régimen económico
Cuando una pareja en España decide tomar caminos separados, el proceso de divorcio con hijos y bienes gananciales es complejo.
Durante el matrimonio, es común que los cónyuges compartan la propiedad como la casa familiar y su hipoteca. Después de un divorcio, es necesario decidir qué pasará. Pueden venderla y repartir el dinero, o uno de los dos puede quedarse viviendo ahí y hacerse cargo de los pagos.
En el caso de que opten por la separación, cada uno mantiene la propiedad de sus bienes individuales, pero si la casa fue comprada juntos, ambos deben llegar a un acuerdo sobre cómo manejar la hipoteca
Venta de la vivienda y cancelación de la hipoteca
Vender la casa es la forma más sencilla de resolver las cosas. Los fondos se utilizarán para amortizar la hipoteca. Y si sobra algo, se repartirá entre ambos.
Es una buena opción si los dos están en la misma página y quieren cerrar ese capítulo juntos, empezando nuevos caminos por separado.
Sin embargo, hay veces que vender no es tan fácil. Si el precio de venta no cubre lo que queda de la hipoteca, o si hay niños y quieres mantener su hogar estable, entonces hay que pensar en otras soluciones.
Adjudicación de la vivienda a uno de los cónyuges
Una posibilidad es que uno de los cónyuges compre la parte del otro; se queda así con la casa y la responsabilidad completa de la hipoteca.
Este paso se conoce como novación hipotecaria o subrogación. Por ende, requiere el visto bueno del banco para liberar a uno de los dueños de la deuda, mientras el otro se hace cargo por completo.
Es una opción atractiva si uno de los cónyuges puede cubrir el préstamo y quiere conservar el hogar. De esta manera, ofrece un entorno estable en un divorcio con hijos y vivienda.
No obstante, conseguir la aprobación del banco puede ser complicado. Estos evaluarán si quien solicita puede enfrentar los pagos en solitario.
Mantener la copropiedad de la vivienda
A veces, en un divorcio con una hipoteca conjunta, los ex cónyuges eligen conservar juntos la propiedad.
Es una solución práctica si la venta de la casa no es inmediata o si desean que sus hijos continúen en el entorno familiar.
En este arreglo, ambos siguen siendo copropietarios y responsables del préstamo, y acuerdan quién vivirá en la casa, quién pagará la hipoteca y cómo se maneja la futura venta o división de la propiedad.
Este acuerdo requiere una comunicación abierta y colaborativa. Ambas partes se mantienen unidas en la responsabilidad financiera frente al banco, sin importar quién habite la casa.
Extinción de condominio
La extinción del condominio es un proceso amigable en el que uno de los propietarios se queda con la totalidad del bien inmueble. Es decir, un modo de compensación.
Este trámite se realiza ante un notario y, en ciertas ocasiones, puede eximir del impuesto de transmisiones patrimoniales. Lo convierte en una manera más económica que vender. Eso sí, no hay que olvidar que el banco debe dar el visto bueno al cambio de nombre en la hipoteca.

¿Qué ocurre si ninguno puede asumir la deuda?
Cuando ninguno puede asumir la deuda por separado ni mantener la copropiedad, y la venta no es una opción viable, la situación se complica.
En estos casos, es importante renegociar la hipoteca con el banco. Se busca una reestructuración o alternativas que permitan reducir las cuotas o aplazarlas por cierto periodo.
Otra opción es la dación en pago. Implica ceder la propiedad de la vivienda al banco a cambio de cancelar la deuda. Sin embargo, sólo es posible si el banco la acepta y se da en situaciones de extrema dificultad financiera.
¿Qué pasa si tienes hipoteca y te separas sin hijos?
En las separaciones sin hijos, los trámites legales suelen ser menos complejos. Si la pareja posee una vivienda o un piso con hipoteca y el divorcio, tienen la libertad de elegir.
Pueden decidir si les conviene más vender la propiedad y compartir los beneficios o si uno de los dos prefiere quedarse con ella
¿Por qué es importante contar con un abogado de familia en Madrid?
Gestionar una hipoteca con un divorcio con hijos es un desafío, pero no te encuentras solo. Busca el asesoramiento de un abogado de familia en Madrid. Cuentas con los profesionales de F9FABOGADOS.
Con nuestra experiencia en casos de divorcio, podemos ayudarte con el complejo proceso de una hipoteca y proteger el futuro de tus hijos. Siempre con el bienestar de tu familia cómo norte. Porque en momentos así, la empatía y la legalidad deben ir de la mano.